La semana pasada reflexionábamos sobre si hemos pasado de
maldecir las bodas que no nos dicen nada y son iguales entre sí, a crear bodas
en serie que, aunque en versión bonita, también nos dan esa sensación de
“copiado y pegado”. También te asegurábamos que sí es posible tener una boda
realmente diferente y, de hecho, te proponemos cinco claves para que puedas
conseguirlo. ¡A ver qué te parecen!
La importancia de un buen patrón. Tomando el ejemplo
costuril, es muy difícil conseguir coser una prenda original sin un buen
patrón. Hay tres elementos fundamentales que es necesario decidir a la hora de
planificar una boda y que iremos nutriendo a través del proceso de inspiración:
estilo, tema y colores. Aquí no hay duda sobre el huevo y la gallina: primero
tomamos estas decisiones y luego ya buscaremos los objetos concretos para la
decoración. Así evitaremos "quedarnos" con todo lo que vemos en
Internet y montar un batiburrillo de cosas que, en realidad, no nos ayudarán a
contar nada.
Explorad los elementos de vuestra relación. No nos
referimos sólo a vuestros gustos y aficiones. Es decir, no se trata de que,
como a uno le gustan las motos y a otro las flores, la decoración se base en
colocar motos decoradas con flores. Hay que rascar un poco más. Animaos a
dibujar un cronograma de vuestra relación de pareja y a rescatar pequeños
tesoros. ¿Tenéis una palabra o una frase con un significado especial? ¿Un lugar
que sea vuestro lugar? Si tuvierais que representar vuestra relación con un
objeto, ¿cuál sería? En definitiva, ¿cuáles son esos hilos mágicos, esos
elementos que dan sentido a vuestra relación y os han mantenido cosidos a lo
largo de estos años? Seguro que en estas respuestas encontráis muchas ideas
para el tema, que os representan más que otras copiadas de Internet.
Hay inspiración más allá de Internet. Conocéis al dedillo
los blogs y revistas más importantes. Y es fantástico, porque nos ofrecen
muchísima inspiración. Pero, ¿por qué no ir un poco más allá? Aprovechad una
frase de un libro que os ponga la piel de gallina, una canción que no podáis
dejar de escuchar, los recuerdos de un viaje, el sabor de una comida, una
pintada que visteis en la calle, el diálogo de una serie o una película, un
olor o un momento gracioso. Tratad de encontrar en Google o en Pinterest
imágenes que coincidan con lo que buscáis, pero que no sean de boda. Cuando
aprendemos a inspirarnos de otra forma, el resultado que logramos es mucho más rico.
¡Que vivan los paneles de inspiración! Imprimid (pero no
os limitéis a esto), recortad, fotografiad todo aquello que os haga tilín y
pegadlo en cualquier soporte. Añadid notas que os ayuden a reforzar la idea,
incluyendo comentarios sobre los sentimientos y sensaciones que esas imágenes
despiertan en vosotros. No olvidéis incluir referencias a los cinco sentidos;
veréis que el resultado es sorprendente.
Poniendo todo en orden. Es duro pero es así: vais a tener
que dejar cosas por el camino. Pero la buena noticia es que eso no significa
que el resultado sea menos bonito; todo lo contrario. Limitad el número de
espacios que vais a decorar y hacedlo de forma que sume al resultado final.
Vuestros invitados tendrán claro así que no están en una gymkhana con un montón
de pruebas a superar, ni en el arca perdida de Indiana Jones; sino que ante
cada detalle que vean, que toquen, que huelan pensarán: esto sí que es
original. Sólo ellos podrían haberlo hecho de esta forma.
¿Te hemos convencido? ¿Tienes algún ejemplo de boda original (de verdad)? ¿Qué trucos se te ocurren para dosificar la información de Internet y llegar a un resultado mucho más coherente con la decoración?
Déjanos un comentario, estamos deseando conocerlos.

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